Texto: Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano.
     “Los representantes del pueblo francés, constituidos en Asamblea Nacional (…) reconocen y declaran, bajo los auspicios del Ser Supremo, los siguientes derechos del hombre y del ciudadano.
     Art. 1º.- Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales solo pueden fundarse en la utilidad común.
     Art.2º.- La meta de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescindibles del hombre. Estos derechos son: la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión.
     Art. 3º.- El origen de toda soberanía reside esencialmente en la nación. Ningún órgano ni individuo puede ejercer autoridad que no emane expresamente de ella.
     Art. 4º.- La libertad consiste en poder hacer todo lo que no daña a los demás (…). Los límites para su ejercicio solo pueden ser determinados por la Ley (…).
     Art. 6º.- La ley es la expresión de la voluntad general (…). Todos los ciudadanos, al ser iguales ante ella, son igualmente admisibles a todas las dignidades y sin otra distinción que la de sus virtudes y la de sus talentos (…).
     Art. 11º.- La libre comunicación de los pensamientos y de las opiniones es uno de los derechos más preciados del hombre. Todo ciudadano puede, por tanto, hablar, escribir e imprimir libremente, salvo la responsabilidad que el abuso de esa libertad produzca en los casos determinados por la Ley (…).

     Art. 17º.- Siendo la propiedad un derecho inviolable y sagrado, nadie puede ser privado de ella sino cuando la necesidad pública, legalmente constatada, lo exige claramente y con la condición de una indemnización justa y previa”

Texto: Menos consumo.
 
     “Hoy mucha gente piensa que lo mejor que pueden hacer por su bien y el de los demás es ahorrar. Creen que si se abstienen de gastar ayudan a los parados.
     Pues bien, en ciertas circunstancias, esto que parece justo, es lo peor que puede hacer. En efecto, la función del ahorro es poder disponer de una cierta cantidad para producir bienes de equipo: casas, máquinas, carreteras, etc. Pero si hay muchos parados en este tipo de empleos, el ahorro tiene como consecuencia el aumento de los parados.
     En estas circunstancias, cada vez que economizáis cinco chelines priváis a un hombre de una jornada de trabajo. Al ahorrar esos cinco chelines, contribuís al aumento del paro en razón de un hombre por día. Por el contrario, todas las veces que compréis mercancías, contribuís a multiplicar las ofertas de empleo a los trabajadores (…). En efecto, si compráis mercancías es necesario que alguien las produzca. Y si no compráis nada, los comerciantes no podrán agotar sus stocks, no renovarán sus pedidos y alguien perderá su trabajo”.
 
Alocución radiofónica de J.M. Keynes en 1931.

Texto: Menos consumo.
 
     “Hoy mucha gente piensa que lo mejor que pueden hacer por su bien y el de los demás es ahorrar. Creen que si se abstienen de gastar ayudan a los parados.
     Pues bien, en ciertas circunstancias, esto que parece justo, es lo peor que puede hacer. En efecto, la función del ahorro es poder disponer de una cierta cantidad para producir bienes de equipo: casas, máquinas, carreteras, etc. Pero si hay muchos parados en este tipo de empleos, el ahorro tiene como consecuencia el aumento de los parados.
     En estas circunstancias, cada vez que economizáis cinco chelines priváis a un hombre de una jornada de trabajo. Al ahorrar esos cinco chelines, contribuís al aumento del paro en razón de un hombre por día. Por el contrario, todas las veces que compréis mercancías, contribuís a multiplicar las ofertas de empleo a los trabajadores (…). En efecto, si compráis mercancías es necesario que alguien las produzca. Y si no compráis nada, los comerciantes no podrán agotar sus stocks, no renovarán sus pedidos y alguien perderá su trabajo”.
 
Alocución radiofónica de J.M. Keynes en 1931.

Texto: La dictadura del proletariado.
 
     “Ya dejamos dicho que el primer paso de la revolución obrera será la exaltación del proletariado al Poder, la conquista de la democracia.
 
     El proletariado se valdrá del Poder para ir despojando paulatinamente a la burguesía de todo el capital, de todos los instrumentos de la producción, centralizándolos en manos del Estado, es decir, del proletariado organizado como clase gobernante, y procurando fomentar por todos los medios y con la mayor rapidez posible las energías productivas.
 
     Claro está que, al principio, esto sólo podrá llevarse a cabo mediante una acción despótica sobre la propiedad y el régimen burgués de producción, por medio de medidas que, aunque de momento parezcan económicamente insuficientes e insostenibles, en el transcurso del movimiento será un gran resorte propulsor y de las que no pueden prescindirse como medio para transformar todo el régimen de producción vigente”
 
K. Marx y F. Engels: El Manifiesto Comunista,
 op. Cit., pág. 94.

Abolición del régimen feudal y de los privilegios.

     “Art. 1º.- La Asamblea Nacional suprime enteramente el régimen feudal y decreta que los derechos y deberes tanto feudales como censales, los que se refieren a la mano muerta real o personal y a la servidumbre personal y los que los representan son abolidos sin indemnización, y todos los demás declarados redimibles, y el precio y modo de redención serán fijados por la Asamblea Nacional.
     Art. 4.- Todas las justicias señoriales son suprimidas sin ninguna indemnización.
     Art. 5.- Los diezmos de cualquier tipo y los censos a que dieran lugar…, serán abolidos.
     Art. 9.- Los privilegios pecuniarios personales o reales en materia de subsidios (impuestos) son abolidos para siempre. La percepción se hará sobre todos los ciudadanos y sobre todos los bienes, de igual manera y en la misma forma.
     Art.11.- Todos los ciudadanos, sin distinción de nacimiento, podrán ser admitidos a todos los empleos y dignidades eclesiásticas, civiles y militares, y ninguna profesión útil reportará deshonra.”

 “Decreto de 4 de agosto de 1789”